EL ÚLTIMO ROMÁNTICO
A LA MEMORIA DE LUIS MENA GIL
Ayer sábado, día 25 de enero de 2020 fallecía en el hospital Costa del Sol, un personaje singular de nuestra Estepona, Luis Mena (83 años de edad). Según contaba el médico que le atendió, Luis se había dejado ir como si no quisiera saber ya nada del mundo de los vivos. Recordarán que hace siete años escribí un artículo en esta red social, me dolía en el alma ver cada mañana, solitario, enfermo y con una tristeza infinita a una de las personas que más nos habían hecho reír en Estepona con sus múltiples e ingeniosos disfraces. Recuerdo haber visto a Luis en los años setenta con un peine enorme en la cabeza en un partido de la máxima rivalidad entre Estepona y la Balona (de la Línea y con su popular gentilicio a cuestas, “piojosos” de ahí el peine de Luis). En otra ocasión, el pastelero Milán, gran amigo suyo, le hizo una tarta en la cabeza y se paseó por toda Estepona con ella.
Luis era una persona respetuosa con todo el mundo, simpático y de trato afable. Hace años cayó enfermo a consecuencia de un cáncer de garganta y para alguien con tantas ganas de comunicarse,supuso un mazazo tremendo. Lo delataba la tristeza y languidez de su mirada. Los sábados y antes de comenzar mi programa de radio, iba a desayunar a c/Real y me lo encontraba. ¿Cómo te encuentras Luis? Y movía la cabeza diciendo que regular.
En una de esas charlas me dijo que cobraba una miserable pensión de trescientos euros, que no le daba ni para comer en condiciones, ni para pagar siquiera los gastos normales de su vivienda. En aquel entonces escribí: <<A veces creo que hay una solidaridad de marketing y visible, y otra ausente porque no es tan rentable social, ni personalmente, ya que, no nos verá nadie. Es curioso que en este pueblo tan solidario, en muchas ocasiones perdamos la memoria y nos hagamos el sordo y el ciego, porque Luis está siempre visible en el sitio más concurrido de Estepona, en el Paseíllo de calle Real, sentado en un banco o tomando el sol como esta mañana de sábado, y no veo que nadie se le acerque para interesarse por su situación, ni siquiera para preguntarle, ¿cómo te encuentras? Tan solamente mi estimado amigo Alfredo Castellanos me ha dicho en reiteradas ocasiones que deberíamos hablar con alguien con el fin de ayudar a Luis y que estuviese bien asistido en alguna residencia. La verdad es que es muy triste ver a un personaje entrañable del pueblo: solo, enfermo, desatendido y dejado de la mano de Dios que es la nuestra>>.
De aquello que escribí, no retiro ni una coma, pero sí dejar sentenciado aquello de que “siempre hay gente buena” que no necesitan visibilizar las buenas acciones de su corazón. Me contaron que una vecina lo ayudaba en lo que podía, también me dijeron que un amigo de apellido Vallejo o Velázquez hizo las gestiones para que fuese a la residencia de Isdabe donde estaba desde hace unos cinco años, y algún que otro amigo que ha ido a visitarlo y de vez en cuando le daban una vueltecita por Estepona. También puedo confesar que a raíz de aquello que escribí me llamó un sacerdote de la ciudad para prestarle la ayudara necesaria, que no sabía nada acerca de la situación de Luis, ni lo conocía. Como dije al principio, se ha ido un personaje singular, sorprendente y de un gran ingenio, que tuvo la dicha de hacernos reír con su peculiar humor, un logro digno de los elegidos. En multitud de ocasiones he tenido la sensación de que los personajes que dan identidad a un pueblo, son juguetes de usar y tirar, nos valemos de ellos y después los olvidamos por completo.
"Bienaventurados aquellos que nos hacen reír, porque de ellos será el reino de los cielos"
GRACIAS Luis por esos impagables momentos que nos hiciste pasar.
Descansa en paz.
